lunes, 26 de enero de 2015

El patio de tu casa te va a extrañar

Se te va a extrañar crack. Ya te extrañamos en el "patio de tu casa". Ahora te va a extrañar el fútbol, incluso aquellos que te bardearon a más no poder. Te va a extrañar el fútbol entero. Porque sos el mejor jugador que vi en cancha. Al Diego lo vi poquito, al final de su carrera en aquellos partidos donde -de manera un tanto salteada- jugaba sus últimos partidos en la Bombonera. Pero a vos te disfruté toda la carrera. Y cómo no te voy a extrañar si viéndote en vivo ¡pasé de los mejores días de mi vida! No me voy a olvidar jamás lo qué lloré de emoción al verte con la Intercontinetal del 2000 en aquel partido contra San Lorenzo de regreso de Japón pos victoria contra el Real. Estaba abrazado con mi viejo, ahí, en el "patio de tu casa" y veía relucir esa Intercontinetal que de chico veía que levantaban todos los equipos más grandes del mundo. 
Tampoco podré olvidarme jamás mi grito desaforado de "ooooooole", ahí en "el patio de tu casa", en el caño a Yepes contra riBer por la Copa del 2000. Ese año festejé mi cumpleaños -entre otros lugares- en el "patio de tu casa": contra GELP, partidazo y golazo tuyo. Previo al partido con el Real en Japón, y en un partido clave por el campeonato que después ganaríamos, recuerdo el golazo contra Talleres y que yo, ahí, en el "patio de tu casa", le dije al oido a mi viejo que era uno de los mejores goles que había visto en una cancha. Ni hablemos de la Copa del 2001 -¡qué partido jugaste en Brasil contra Palmeiras, mamita! o cada clásico, tan especial en sí mismo. Me acuerdo cuando se fue Bianchi en 2001, el (los) golazo(s) contra Independiente y tu gesto -fiel a tu estilo- de ir corriendo a darle la mano al Virrey. Yo estaba ahí también, en el "patio de tu casa", disfrutándote.
También tengo muy latente un golazo contra Unión en 2002 previo a tu partida (de los mejores goles de tu carrera) y -por sobre todo- el partido contra Central del 2007. Era verano y fui a la cancha con la misma emoción -genuina, noble e inocente- con la que fui la primera vez que fui a la cancha más de 10 años atrás que ese partido. Y cuando te vi entrar, ese día de blanco y azul, tenía la misma piel de pollo que la primera vez que vi entrar a Boca a una cancha. Ese año la Libertadores fue solo tuya. ¡Hasta desgarrado la rompiste para cumplir tu promesa de ganar una Libertadores más! Qué jugador, la pucha... 
Determinante en los partidos del Apertura 2008 (no por el triangular pero no me olvido que estábamos a 11 puntos de la punta y brillaste en los partidos que tenías que brillar: en el Monumental, con Central, contra San Lorenzo -golazo incluido- contra Arsenal -golazo, clave, incluido, y en Tucumán contra San Martín en el partido donde había que "ganar o ganar") y entonces; cómo no te voy a extrañar, con las mismas lágrimas con las que te despedí desde la tribuna, aquel mayo de 2014 cuando todos esperamos que termines la "conferencia" en cancha para ovacionarte sabiendo -muy profundamente- que era la última vez que te ibamos a ver ahí, en el "patio de tu casa". Ese día -para callar a los idiotas (in)útiles que decían que vos ya no eras el mismo- ¡metiste un caño sin tocar la pelota! Creo que ya no hace falta entrar en discusión alguna pero disfruté mucho tu 2013-2014 sabiendo que eran los últimos momentos en el "patio de tu casa". Había partidos donde en situaciones puntuales del juego solo te miraba a vos desde la tribuna. Por todas estas cosas te voy a extrañar Román. La 10 es tuya. Ya lo dijiste vos con justa razón: "el día en que un jugador de Boca gane más de 3 Libertadores será de él, pero por ahora es mia; y el día que uno juegue más de 206 partidos en la Bombonera será el patio de su casa, hoy es mio". 
Yo hoy te escribo estas líneas que tal vez nunca leas, como quien le escribe a alguien a quien quiere mucho y que va a extrañar infinitamente. Te quiero... Gracias eternas Román.

Imagen: Infobae.com