miércoles, 29 de diciembre de 2010
Diálogo con Henry Miller
- Señor Miller... qué sorpresa encontrarlo en este bar.
- ¿Cómo “qué sorpresa”?, yo vengo a este bar antes de que vos te sepas atar los cordones pibe...
- ¡Qué honor!
- Sentate y pedite una ginebra pibe... yo me pido otro whisky y charlamos un rato.
- No, mejor me pido un jugo de naranja...
- ¿Jugo de naranja? La juventud está perdida...
Tal vez tenga razón Miller, la juventud en muchos casos está completamente dormida, aburrida, anestesiada entre tanta basura mediática dando vuelta.
- Mirá que linda piba la que pasa por ahí... – me dijo después de unos segundos de silencio.
- Si...
- ¿Qué pasa? ¿Todavía no pudiste olvidar a la última chica con la que estuviste?
- ¿Por qué pregunta?
- Porque te muestro una piba que está buenísima y me decís un insípido “sí”.
- Sí, ya la olvidé.
- Mentira.
- Verdad.
- Mentira.
Y cuando me dijo el segundo “mentira” me di cuenta que él tenía razón. Tal vez no en los más profundo de la literalidad de la palabra “olvidar”, pero un poco la seguía extrañando y más una tarde con treinta grados, viendo el atardecer por la ventana de aquel bar que da a una de las avenidas más importantes de la ciudad.
- Tal vez, muy en el fondo, tenga razón – le dije
- El viejo Henry siempre tiene la razón – alardeó
- Si, puede ser...
- Pibe, yo ya lo escribí cuando era más joven: “La mejor manera de sacarse de la cabeza a una mujer es transformarla en literatura”.
- Sí, ya conozco su frase, pero es que...
- Es que nada pibe. Escribile mil poemas y vas a ver como de a poco la vas olvidando o, al menos, vas a ir aprendiendo a convivir con eso que sentís. Si vos estás en duda si esa piba está o no con vos, yo creo que dudar es saber que ella no está con vos. Pasa que uno suele enamorarse de esa sensación de duda, se enamora de esa sensación pero no de ella. Se enamora de la película que construye en su mente, pero no de ella...
- Puede ser...
- Haceme caso, escribile, hacele canciones...
- Cómo dijo Woody Allen, sólo el amor incompleto es romántico.
- ¡Exactamente pibe!
- Es raro... recuerdo la primera vez que la vi. ¿Vio cuándo está conociendo a una chica que al día siguiente se olvida la cara? Solamente recordás muy por arriba algunos rasgos, como si estuviese en una nube. Eso me pasó...
- ¡Y sí! Generalmente pasa eso. Cuándo te ponés a reconstruir la cara de una chica que te llamó la atención es porque precisamente te gustó y así después despertás diez días seguidos pensando en ella y ahí te das cuenta de que estás enamorado.
- Bueno, la cuestión es que ya fue...
- No, no fue... escribí, escribile, escribí... escribí...
Y siguió repitiendo esa palabra mientras se iba del bar.
martes, 21 de diciembre de 2010
Quemando películas (Hollywood miente)
martes, 14 de diciembre de 2010
El Amor en 2010 (en Love and Hate)
ni lo has sido ni lo eres
pero de mi corazón
un pedacito tú tienes..... tú tienes
tú tienes..."
sábado, 6 de noviembre de 2010
Gacetilla
Pronto subiré lugares donde puedan conseguirlo (por el momento me lo pueden pedir a mi o a la editorial en las direcciones que están en el post anterior), presentaciones y fechas de lectura.
Saludos
martes, 19 de octubre de 2010
Descongestión
Título: Descongestión
Editorial: La Parte Maldita
Año: 2010
Precio: $15
Si quieren conseguirlo pueden comunicarse conmigo a:
Mail: gp.circe@gmail.com
Twitter: @gonzapenas
o a la editorial a:
Mail: edlapartemaldita@gmail.com
Twitter: @lapartemaldita
Facebook: La Parte Maldita
Posiblemente, en los próximos días se encuentre también en algún punto de venta o librería pero eso se los aviso cuando se sepa bien dónde va a estár. Por ahora, para conseguirlo manden mails o avisen a las redes sociales que les dejé.
Saludos
lunes, 11 de octubre de 2010
Feriado
me gustaría ser cinco años más grande,
vivir con una novia en San Telmo
tener 2 gatos
y pasar todo un lunes feriado
bailando al ritmo de la batería
de las motos y el amor enferma de Viva Elástico.
Hay días que quiero vivir solo
de la luz natural
que entra por la ventana del comedor.
Hay momentos que me encantaría
romper los platos de mi casa
y disfrutar del ruido que hacen
justo cuando están tocando el suelo.
Pero, ¡cuidado!
Solo por momentos me siento así.
La mayor parte del tiempo no quiero nada
(porque lo quiero todo)
jueves, 26 de agosto de 2010
Cumpleaños del cronopio mayor...
Seguro que anda por ahí maestro...
quién sabe el lugar, pero por ahí anda.
Sólo decirle gracias
- desde la lejanía de los lugares que nos separan -
gracias por los libros,
gracias por el capítulo 93 de Rayuela
(que es una especia de "píldora de la vida" para mi)
gracias por Rayuela entero la verdad...
gracias por el concepto de cronopio,
que a tantos nos sirvió para indentificarnos;
gracias por su voz, por su mente,
gracias por la carta que le hizo a doña Alejandra,
que ahora debe estar con usted y con Carol,
vagabundeando por ahí, en paz y como se debe...
gracias por volver, aunque algunos gobernantes,
por ignorancia y por miedo se hayan negado a recibirlo
como usted se merecía;
gracias por cada frase, por cada línea escrita...
gracias don Julio.
¡Feliz Cumpleaños Maestro!
domingo, 1 de agosto de 2010
Pido PedoN Zine # 4
Aprovecho también para agradecer a todos los que comentan, critican y se pasan por este espacio. El otro día, el blog cumplió un año y la verdad que estoy muy satisfecho con esto. Muchas gracias y seguimos en contacto.
jueves, 8 de julio de 2010
Descripción
(así quedarán mis dientes;
así quedarán...)
Un Absolut con naranja
que me invita un trago más;
lo único que sonríe en mi cuerpo
son mi oídos
porque escucharon todo el día
strangeways, here we come
y
you are the quarry
"...tengo el valor de vivir a mi manera (NO COMO VOS)
y de enfrentarme a mi mismo todo el tiempo, ¿watch up?
why're you talking about me?"
Shhhhhhhhhhhhhhhhhh
Silencio.
lunes, 5 de julio de 2010
Domingo ... y todo lo que eso implica
and try to be strong,
and try to beating all the shadows in this endless night
Ojalá; ojalá pueda.
sábado, 3 de julio de 2010
sábado, 19 de junio de 2010
lunes, 7 de junio de 2010
Crónica de una noche anunciada
Le sorprendió la avenida despejada de autos y vacua de gente, entonces decidió quedarse sentado en el cordón disfrutando de esa imagen tan poco frecuente en su barrio. Se colgó, como sólo se cuelgan los niños eternos cuando no dan más. Pensó en que estaría bien que los psicólogos den turnos a las 4 AM, esa hora dónde todo está realmente mal. “No sirve del todo tener sesión a las cuatro de la tarde. A esa hora ya me pongo un poco mejor y además tengo sueño”, murmuró en voz baja. Hacía frío y había un viento que era lo único que impedía el silencio absoluto de la escena. Habló con él mismo durante unos minutos. Recordaba viejos amores y se cuestionaba no poder amar como cuando tenía 16 años; como si alguien pudiese ¿no?. Sucede que él era una persona que aún con sus años creía en el amor al estilo la relación que se crea entre la Maga y Oliveira, aquellos personajes de Rayuela, o peor aún, creía en ese sentimiento extraño y recíproco que había entre Pablo y la señorita Cora en aquel cuento de Cortázar de "Todos los fuegos, el fuego". Eso es todo un problema, porque cuándo uno crece se da cuenta que la gente es de manual, tan básica como una enciclopedia de primer grado, y los personajes con los que coquetea a menudo no existen, sólo son ficciones bastantes distorsionadas de la realidad.
Para cuando volvió a su casa, se dio cuenta que había dejado el equipo de audio prendido. No se sorprendió porque era algo que solía suceder. Ordenó un poco los discos y se tiró en la cama a mirar el techo, que tenía la figura del espiral en el que estaba inmerso hacía dos años y no podía salir. Un espiral de ciclotimia crónica y melancolía constante; espiral que siempre observaba con atención antes de cerrar los ojos y dormirse, para olvidarse por lo menos algunas horas de esa sensación que lo perseguía día a día. Cerró los ojos y se durmió boca arriba. No se tapó, pues era una persona más que estaba en llamas cuando se acostó.
domingo, 2 de mayo de 2010
Otoñal
las nubes me entienden más.
Si pudiera erizarte la piel con mi voz, contento lo haría.
Si pudiera abrazarte con mi canción, contento lo haría.
Vamos, cambiemos las cosas de una vez por todas."
Coiffeur
Ya fue. Me voy a caminar por ahí. Me voy a caminar, con mis auriculares, pero bajito, así puedo escuchar el "cruich cruich cruich" de las hojas que piso mientras camino. El domingo y el otoño no son buenos compañeros. Odio los domingos y amo el otoño, de esa relación nada bueno puede salir. Pero me voy a caminar por ahí... a empezar a cambiar un poco las cosas.
jueves, 15 de abril de 2010
Entre tanta melancolía, algunos puchos y mucha música... a veces pienso que no te vas a ir nunca... por favor andate tristeza, andate y no vuelvas. No me hagas simular más... andate y llename de felicidad... como hace mucho... como hace un tiempo.
viernes, 26 de marzo de 2010
Get Back
Intimidado
Pasa algo extraño en las montañas. Te miran fijo a los ojos. Y te intimidan un poco.
Hacia donde uno vaya encuentra montañas, mirándolo, intimidándolo, quieren decir algo, pero yo que soy nuevo acá, no entiendo bien que me quieren decir. Se ganan mi respeto, tienen cientos de años allí y yo sólo 23 en Tierra, sería estúpido y soberbio no darles la razón. Decido dejarlas hablar, que se diviertan, que me conozcan. A la noche me perturban un poco porque no las veo bien - casi ni las veo – y no sé que estarán diciendo, que estarán cuchicheando, porque ellas si me pueden ver, pueden ver en la oscuridad y pueden ver sobre sus grandes alturas.
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Ya me acostumbré a esta sensación. Ya no me duele la cabeza, ya... no sé, la gente me cae bien, me invitan a un asado, me convidan vino, es como que soy amigo de todos – inclusive de las montañas – que me inspiran para componer un tema, con una guitarra electroacústica en un plaza tan limpia que no parece de este país. La gente es tan buena onda que es imposible pensar en ponerme triste, ni siquiera melancólico, con lo que me cuesta evitarlo.
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Mientras escucho a una banda ensayar, leo una revista más que interesante, que teóricamente sacó su especial por los 10 AÑOS. Uf... además de querer meterme a trabajar en esa revista, me pregunto quienes serán todos los que aparecen en esas notas y me los anoto en un apunte para bajarme algo de ellos cuándo llegue a Buenos Aires, o mejor aún, comprarme algunos discos en la disquería que vi hoy en el centro cuando volví caminando de comprar mi pasaje de micro. No me acuerdo por qué me puse a filosofar en la caminata sobre la vida y la muerte, pero rápidamente esa “filosafada barata con zapatos de goma” desapareció cuándo me di cuenta que caminé 15 cuadras y no escuché ni un bocinazo ni una puteada. Me parece que este es un gran lugar para venir a vivir por el resto de mi vida. Ah... ahí está otra vez... la vida y la muerte... ¿por qué siempre termino en lo mismo?
(Me di cuenta que todo lo que escribí en Mendoza, quedó como “Diario de cómo abandonar la Tierra” por Roberto Pettinato, sección de la Revista La Mano. Lo que no sé, es cuan bueno será eso...)
La sin semáforos
Definitivamente soy un bicho de ciudad. Todavía no puedo entender como hay una ciudad en el mundo SIN SEMÁFOROS. Lo más raro no es eso. Resulta que si un auto llega a la esquina y ve a alguien esperando cruzar, detiene el vehículo y le hace seña para que cruce a la persona que está esperando. Mmm... ¿estos tipos no se matan? La paciencia ¿no les llega a un límite? Lo mejor de todo, es que esta gente tiene corrida el horario nocturno, es decir, lo que yo hago a las 23hs. ellos lo hacen a las 2 de la mañana, tirarse a tomar una birra con amigos por ejemplo, lo que da como resultado, que se saltean la etapa pedorra de la noche, esa que yo por suerte mira de lejos, la de ir a bailar a un lugar de mierda, lleno de pastillas y gente idiota. Que bueno, con razón esta gente del otro lado del charco es bohemia en el sentido literal de la palabra. Y a buen entendedor, pocas palabras...
jueves, 4 de febrero de 2010
Semblanzas
Se conocieron gracias a un diluvio torrencial. Muchas personas se reunieron en la estación de servicio que se encontraba en la esquina de dónde se hacía el recital y ellos, con piloto ambos, se miraron de refilón. Él prendió un cigarro y observó que ella llevaba un pin de la banda que tocaba. Encantado por ese detalle se movilizó hacia ella para decirle algunas palabras. Fue una charla horrible, de esas dónde uno está nervioso porque no sabe cómo está quedando y la otra habla con monosílabos. El recital se suspendió, la policía reprimió y ellos lograron escapar escondiéndose en un bar que estaba sobre la calle paralela dónde estaban los disturbios. Hablaron de música, de anteriores conciertos y se besaron. Él se preguntó si era necesario conocer algo más sobre la muchacha. Ni llegó a responderse que ya estaban yendo a un hotel alojamiento, como se dice ahora, mientras hablaban de películas y de las constelaciones. Compartían todo. Pasaron la noche juntos y planearon encontrarse el día que se haga el recital que iba a reprogramarse. Eso nunca sucedió.
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El Comandante Fidel Castro se preparaba para un largo discurso en las escaleras de la Facultad de Derecho de la UBA. Ella esperaba fumando en medio de una multitud que se había acercado. Un muchacho se le acercó para preguntarle si creía en la Revolución. Ella respondió que no necesitaba que ningún muchachito le venga a tomar examen ni le haga preguntas para ponerla a prueba. El chico no sabía si irse avergonzado por la respuesta o reírse. Optó por la segunda opción. Ella también se rió y se quedaron conversando de Cuba, de Buenos Aires, de Marx y de Gramci. Escucharon al Comandante y luego hicieron juntos la revolución. Se escribieron alguno poemas, que luego ella los publicó en un pequeño libro, y nunca más volvieron a verse porque ella se casó cuatro meses después. Había olvidado decirle al muchacho que ella estaba de novia.
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No compartía nada con ella. Él tenía barba desprolija, saquito cardigan y ray ban. Ella, siempre a la moda, lista para bailar arriba de un parlante del boliche del barrio. Se cruzaron en la Facultad de Medicina y se observaron de reojo. Él había ido a darse una vacuna gratis que le daban a los que viajaban por esos días. Ella salía de rendir un final. Y el mismo bondi se fueron a tomar... Ella hermosa, pelo lacio y ojos color miel. Él, con dolor en el brazo por la inyección, la miraba pero nunca pensó en hablarle. Se bajaron y ahí sÍ le dijo algo así como “pero qué casualidad”. Ella sonrió. Hablaron un rato. Él la invitó a un bar en una esquina y tomaron unas cervezas. Tuvieron una charla poco interesante, pero lo que se jugaba en esa mesa era el plano de la conquista, solamente eso. Se besaron al caer la noche. Dos días después terminaron peleándose por MSN porque ella no conocía la canción “For no one” de los Beatles.
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jueves, 21 de enero de 2010
Trampa
Mi
Mi mente caótica se dispersa por todas partes.
Mente
Mi mente caótica se dispersa por todas partes.
Caótica,
Mi mente caótica se dispersa por todas partes.
piensa,
Mi mente caótica se dispersa por todas partes.
recuerda,
Mi mente caótica se dispersa por todas partes.
y no me deja dormir.
Mi mente caótica se dispersa por todas partes.
martes, 5 de enero de 2010
Cuatro pequeñas limaduras para los primeros días del año
de la gente urbana,
asustada por el granizo diario,
que nunca llega.
Ya no sirve ningún
servicio del clima,
sólo inquietan a los automovilistas
en la ciudad
del asfalto que quema,
del parloteo barato
y del bla bla bla
El salvador de la Nación
nunca salió de su casa
y tiene la vida de un pequeño bebé
que espera llamar la atención,
con la absurda complejidad de imágenes que no se crean en el discurso.
que no hablan frente a la gente
por miedo que decante su hipocresía.
Hipócritas,
que ya no se atreven a hablar cara a cara
producto de su inmunda cobardía.
Cobardes,
hipócritas,
disfruten de su oscuro pasado
devenido en su único futuro,
por miedo que decante su hipocresía,
Final 1: cuando entra a la habitación, lo muerde y lo mata.
Final 2: el muchacho después de varias horas, se queda dormido, y al despertar al otro día sigue paranoico y queda como que era una neurosis de él.
en el bar de los enormes chopps de cerveza,
mirando por la ventana
la lluvia caer en el parque.
La ciudad está desierta de gente,
desierta de vos,
y está tan llena de mí
que dan ganas de vomitar.