lunes, 21 de noviembre de 2011

Cadáver Exquisito

(Este texto fue escrito con juliette una madrugada de domingo por Google Doc y en forma de cadáver exquisito, aunque no lo crean. Qué lo disfruten):

Escriben lluvias de palabras, que los llevan a meterse en un remolino de sensaciones. Las palabras nos dejan sin excepción en posición adelantada. Adelantada, en el borde, en el límite, en ese lugar que separa el estar acá del estar allá.
¿Cómo dejar de recordar esa canción típica de la primavera del 97’? Noventa y siete lamentos, y una sola alegría. Así vivía, aceptando ese precio emocional.
Me rasqué el pie durante varios minutos mientras veía un corto y ahora me sangra .Y no duele, porque es sangre con orgullo, con el sabor de haber elegido derramarla.
Las plantas necesitan el agua como mi estómago un café - y su hermoso aroma - cada mañana . Y si llega la noche, no importará. Será bienvenida como la tormenta, el allá, y la sangre.
Las venas deberían ser de varios colores para no ser tan insípidas y aburridas .

1 comentario:

  1. Hmmm, ¿por qué a mis alumnos nunca le quedan así sus trabajos de "cadáver exquisito"?

    Muy bueno.

    Abrazo.

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